lunes, 5 de noviembre de 2012

Historia...


Un adiós recibí aquel día, una beso escurrido en mi mejilla y unas lágrimas aparecían en su rostro, no me quiso decir el por que de nada, miles de preguntas rondaban por mi cabeza, sin ninguna explicación clara, simplemente un adiós, un hasta pronto, esa noche, me asome a la ventana, la noche era fría, una noche de las mas frías de otoño, todo era muy raro ese día, no sabia el porque de nada, y me puse a recordar todo, a pensar en todo lo vivido, muchos recuerdos muchas emociones, el día en que lo conocí.

Todo empezó un diez de mayo, un día único y especial, un día cualquiera en el que no sabes quien te puedes encontrar, estaba en la cafetería de la ciudad, a mas o menos las seis de la tarde, andaba aburrida leyendo unos libros, que estaban encima de aquella pequeña mesa, una mesa de cristal, una mesa de decoración, de diseño. Un hermoso chico se acerco por casualidad, a mirar los libros que habían allí, yo tenia en mi mano el libro, “ a tres metros sobre el cielo” el se dirigió a mi, y me dijo, ¿Tu también lees este tipo de novelas?, ¿ Por que capitulo vas?, Yo me quede totalmente asombrada, no sabia que un chico leyera las mismas cosas que yo, que le gustara lo mismo, entonces rápidamente le conteste, le dije que aun no había llegado a la escena de la casa abandonada, y el rápidamente me quito el libro de las manos y me dijo, prefiero que todo eso que cuenta esta historia se haga realidad. Yo me quede un poco asombrada, no sabia que decir al respecto, pero me decidí y le dije que si, continuamente el me dijo, que mañana a las seis en la estación de buses, que me quería dar una sorpresa.


Aquel día ya comenzó, me puse guapa, me pinte mis grandes ojos, ojos azules, resplandecientes, llevaba aquel día un vestido blanco, un vestido de seda, no muy ceñido, con encajes.

El ya estaba allí cuando llegue, estaba al lado de un coche blanco, un precioso coche blanco, la tenia las manos detrás de la espalda, como ocultando algo, algo ocultaba detrás de ellas, me acerque y me dijo. ¿Me permites que te ponga esta venda en los ojos?, seguidamente le conteste. Si claro, ¿donde me llevas?

No obtuve respuesta a esa pregunta, solamente escuchaba un motor, un rugido de coche, concretamente la marca de el era un BMW por el rugido del coche, todo me dictaba que si, apenas vi. El coche tampoco fui capaz de distinguir con claridad la marca.

Sin apenas darme cuenta, ya había frenado el coche, salio de el, cerro su puerta, abrió la mía y tomo mi mano, me saco del coche, sentía el aire del exterior, el aire en mi cara, como si se tratase de un lugar alto, un lugar apartado del mundo, no se escuchaba ningún sonido procedente de la ciudad, solo se escuchaba el silbido del aire, el silbido del viento.

Me quito la venda, y me dijo, Voila, este era el lugar donde te quería traer. Aquel sitio era precioso, era el lugar mas alto de la ciudad, desde el se podía contemplar las vistas, se podía contemplar todo desde hay arriba, todo se veía tan minúsculo, tan pequeño, lo que mas me llamo la atención, fue el río, el río tan largo. El rápidamente me dijo que si me gustaba el lugar, yo le conteste que nunca me habían traído a un lugar tan precioso como este, seguidamente se fue a su coche, de el saco una rosa, una rosa con un olor realmente fabuloso, me la dio, me dijo que no era nada comparado con esta rosa, que desde que me vio sabia que era para el, tus tremendos ojos azules, me llenaron de inspiración, solo tengo ganas de ti, tu apareces en todos mis sueños en todos mis planes de futuro, en todo y cada uno de mis días.
Yo no sabia que decir casi se me caen las lágrimas, el al verme así, rápidamente junto sus labios con los míos, poco a poco nuestras lenguas se rozaron, poco a poco sentimos ese gran beso, ese beso de amor, un beso ÚNICO un beso difícil de descifrar.


A la mañana siguiente, vino a por mi a mi casa, no sabia el porque se sabia mi dirección, corriendo vino hacia mi, para decirme lo mucho que me quería, y lo feliz que me quería hacer, que le gustaría que empezáramos algo desde ya, este tal doce de mayo, será una fecha que durara eternamente.

Desde ese día estuve un montón de días con el, sintiendo todo eso y mucho mas, demostrándome las cosas, demostrándome cada día con cualquier mínimo detalle que yo era su princesa y que nadie mas habitaba en su corazón.

Hasta que de pronto un adiós, salio de su boca, un beso escurrido en mi mejilla, y unas lágrimas aprecian en su rostro, sin darme ninguna explicación.

Varios meses sin saber nada de el, varios días sin tener respuesta, yo preocupada por el, preocupada por el que le a podido pasar, preocupada por el porque no me dice nada.

Un día recibí una llamada, una llamada del hospital, me dijeron que a mi chico le quedaban pocas horas de morir.

Llegue tarde, tarde llegue al hospital, y solo me encontré una carta, una carta encima de su mesa en la que ponía.

“Mi niña, mi princesa...
Muchas preguntas rondaran ahora en tu cabeza, muchas dudas tendrás, dirás que porque nunca fui capaz de decirte que estaba en el hospital.
Tenia miedo de hacerte daño, miedo de verte sufrir, miedo de verte mal, no quería que perdieras esa linda sonrisa que tienes, esos bonitos ojos que pones cada mañana cuando me despertaba junto a ti, no quería que nada de eso lo perdieras.
Me detectaron un cáncer, un cáncer en el cerebro, un cáncer que no se podía curar, que era hasta el fin de mis días.
En esta carta te quiero decir, que te amo, que has sido lo mejor que he tenido en mi vida.
Te acuerdas de aquella promesa que te hice, esa promesa en la que decía que hasta la muerte nos separe, que sin ti no iba a vivir, que tu eras por lo único que mi corazón latía, por lo único que tenia razones por las que vivir, pues hoy he muerto, pero he muerto feliz, he muerto sabiendo que he tenido lo que siempre buscaba, que he tenido ese amor que me a hecho sentir a tres metros sobre el cielo.
Te amo cielo Mio, nunca lo olvides.”




Miles de lágrimas salieron por mis ojos, miles de recuerdo vinieron a mi mente, miles de cosas, últimos momentos en los que vi. Su cara, intentando recordar su cara... Intentando verle una vez más.


Ansias, miedo, nervios, Tristeza, soledad, melancolía... Todo esto sentía.




 
Un día, en las noticias de la uno, apareció una chica, ahorcada, con una nota en la camiseta en la que ponía.
“SI TU NO ESTAS MI VIDA DEJA DE TENER SENTIDO, CONTIGO EN EL CIELO, COGIDOS DE LA MANO ESTAREMOS. ¡TE AMO!




2 comentarios:

  1. Aish!!! q trágico!!! Me gusta mucho pero hay!!! me da muchísima pena :(
    Bss

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    Respuestas
    1. Es mi relato de lengua jjeje :D Bueno, seré tétrica.. :( Lloré escribiéndola ajajaj se nota un poco.

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