lunes, 26 de octubre de 2015

Echar de menos...

Pasar la mayor parte de el tiempo con tus amigas y que ahora por situaciones de la vida las tengas que tener lejos de ti.Tenerlas  a cientos de kilómetros, de verlas casi todos los días a empezar a verlas simplemente algunos fines de semana, cuando tienes dinero para poder coger el billete de bus y dirigirte hasta tu ciudad en la cual te criaste. Es tan duro alejarte de los tuyos, alejarte de familiares, amigos, de personas que tenías las veinticuatro horas del día cuando quisieras junto a ti, y ahora saber que no las tienes ni tan solo para contarles como ha ido tu día.

No hay cosa que peor se lleve que estar separado de la gente a la que quieres, de estar aislado en una ciudad en la que todavía no conoces nada, en la que todavía no tienes a gente en la que confiar. Estas solo tú y tus medios, andas sólo por el camino sin saber en quien reposarse, sin saber en quien confiar y sin tener a quien contarle cualquier cosa que te sucede.

No se si algún día lograré superar no poder ver a mi madre cada mañana, ni poder darle un beso de buenas noches, no se podré lograr ser tan fuerte que ni una lágrima se me caiga cuando piense en ellos. Espero que algún día esto se pase.. Y pueda lograr sonreír, y estar bien.

Los cambios son difíciles y duros, pero espero poder sacar de esto lo que siempre quise.

lunes, 19 de octubre de 2015

Tropezar doscientas veces...

Cuando descubres que el hombre es el único ser capaz de tropezar doscientas veces con la misma piedra, el único ser incapaz de quitarse el mal para lograr seguir bien su camino. Siempre se pasan por delante muchos obstáculos, en el que los humanos tropezamos sin cesar, y no logramos quitarlos. lo que si logramos hacer es aprender de esos errores cometidos, aprender de esas veces caídas en la misma piedra, y hacernos duros como el cascaron de una nuez, rígidos como el acero...

Pero así es la vida, llena de obstáculos, de piedras, de humanos, de vidas... Llena de ilusiones, de risas, de pasiones y todos nosotros volvemos a caer, todos nosotros volvemos a tentar, porque no hay nada peor que la tentación y nada peor que pensar en que podría haber pasado si hiciéramos una cosa o si no la hubiéramos hecho, siempre ronda esa interrogación en nuestro pensamiento.