miércoles, 21 de diciembre de 2016

Portégeme...

Otras navidades en la no estás con nosotros. Tenemos tu presencia y tu espacio guardado, te recordamos todos los días de nuestra vida. Tú eres lo que me ilumina el camino y me da fuerzas para seguir luchando. Saber que te tengo ahí arriba dándome fuerzas es mi mayor regalo.

Has sido siempre muy importante para mí, a pesar de no demostrártelo como debería en muchísimas ocasiones. Siempre has estado para ayudarme, para aconsejarme, para decirme con quien no debo volverme a ir, porque esa persona me hará daño. Siempre acertabas. Recuerdo el día en que me dijiste que esa persona no me convenía que era alguien malo por dentro y a la larga me iba a defraudar. No te equivocaste, porque así fue abuela.

Aunque no crea en el más allá, en que exista algo después de la muerte, en que haya un dios que nos proteja. Sé que tal vez mi dios y mi fe eres tú. Gracias por tomar mi mano aquel día como despedida y ver en tu rostro esa felicidad de ver que tu nieta está cumpliendo su sueño, todo lo que haga irá por ti. Todos los sueños planteados te los dedico. Todas mis batallas logradas son gracias a ti.

Jamás pensé que te echaría tanto en falta.

te quiere, tu nieta.


Miradas.

Miradas que hablan por sí solas. Gestos que no dicen lo que las palabras expresan. Besos que revelan lo que tu alma quiere, aunque tus pensamientos siempre se antepongan.